¿A que ya no pensabais que apareciera? Jejeje. Ando tan descolgado de la red que ya ni recuerdo como funciona blogspot...
Vaya año, ¿verdad?
Sin duda ha sido un año digno de recordar. ¿Olvidar, decís? No, no: hay cosas que hay que grabar en la memoria.
Ha sido el año de la revolución de la masa votante. ¿Sirvió para algo? No, la verdad, o no parece, pero bueno... Hemos ido de mal en peor en casi todos los ámbitos de la vida. Un país casi en bancarrota y lleno de gente rica. No entiendo cómo no se les cae la cara de vergüenza.
Ha sido el año de la visita del Jefe de Estado del único país teocrático de Europa, la visita de la cabeza de la ICAR. Su visita fue pagada por todos los españoles, cristianos o no, y seguimos pagándola. Aquel día vimos cómo una cruz es capaz de hacer que la policía estatal se quede quietecita. Aquellos días vimos la decencia, el civismo y el buen saber hacer de miles de papaflautas. ¿Alguien lo dudaba?
Ha sido el año en que décadas de luchas sociales, de conseguir que la libertad, la igualdad y la fraternidad no fueran meros conceptos y sí realidades... se vienen abajo por culpa de los plutócratas. A quienes encima vamos a tener que estar agradecidos por jodernos sin parar. Los recortes han empezado y no se detendrán durante todo el año que viene. ¿El Fin del Mundo? No sé si será cierto (vale, no lo es, lo dicho no es más que un recursos estilístico), pero está claro que nada de un final a bombo y platillo. Como irónica declaración de intenciones de la especie Homo sapiens, el final de la civilización será un calco de su desarrollo: un reptar por el fango de la ignominia, alimentándonos de nuestros hermanos y hermanas, sacrificando nuestros hijos y nuestras vidas en el altar del Poderoso Caballero, dios omnipotente y único de verdad.
(Si me esfierzo un poco más creo que puedo reescribir el Apocalipsis como un auténtico profeta de la condenación, ¿eh? Es mejor reír que llorar... Dicen).
Ha sido el año enésimo seguido en el que más y más pruebas del Cambio Global se ponen sobre la mesa. Ni siquiera hacen parpadear a los políticos.
Ha sido el año de mi estancia en la Villa y Corte. Por un lado he conocido muy buena gente y he vivido de verdad en pareja con la que quiero que me coja de la mano cuando mi piel sea pura arruga.
Por otro lado he visto y sufrido más decepciones que en mis 29 años anteriores de vida.
Sí, han muerto Elizabeth Taylor y Amy Winehouse, pero no han sido las únicas mujeres famosas que han muerto. De hecho la desaparición de estas dos de las grandes no me conmovieron ni una milésima parte de lo que lo hizo la de dos mujeres verdaderamente claves en mi vida.
Hablo de dos verdaderas e indiscutidas diosas: Anne McCaffrey y Lynn Margulis. Dos mujeres sin las que el desarrollo de mi mente no hubiera sido el mismo ni de lejos. ¿Y quién se acuerda de ellas? Próximamente, y en papel, tendré el honor de hacerle un pequeño tributo a la bióloga que en 1967 consiguió, tras años de pelearse con las instituciones, revolucionar la Historia de la Vida.
Ha sido el año del tercer aniversario del pequeño, pero ambicioso, proyecto llamado Alkaid Ediciones. Ahí seguimos, como podemos, preparados para dar el salto a la publicación digital. Gracias a todos los que nos leen y que son los que de verdad contribuyen a que podamos seguir divulgando cultura por el mundo hispanohablante (y un poco más allá también).
Ha sido un año en el que he dejado este blog un tanto abandonado, un año en el que mis visitas virtuales a espacios amigos han sido con cuentagotas.
Y lo lamento muchísimo.
No porque no os siga leyendo, que lo hago, sino porque no os visite y os deje unas palabras, que sé la ilusión que hace escribir y que te escriban. Como propósito de Año Nuevo prometo cambiar esa tendencia, así que, queridos desconcoidos no tan desconocidos, pronto me tendréis por ahí, dando la murga como siempre, jeje.
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