Lectura bajo el Árbol: La Cultura

Dice el DRAE que cultura es, en su segunda acepción, "el conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico".

Si cogemos una sociedad básicamente trashumante compuesta en su mayor parte por una forma de vida más o menos humana, que ha desarrollado la Inteligencia Artificial hasta crear verdaderas Mentes independientes que tienen los mismos derechos y "obligaciones" que los seres orgánicos, con un desarrollo tecnológico abrumador y un modo de vida un tanto hedonista, donde no existe el concepto de "dinero" pero que aborrecen de los gastos desproporcionados (no son elegantes) y todo, o casi todo dentro de un marco más o menos razonable, está disponible...

...nos encontraremos con La Cultura.

Una sociedad prácticamente igualitaria, una utopía socialista tecnificada, donde quien se aburre es porque quiere y quien no se encuentra a gusto... hace lo que más divierte a las Mentes Artificiales de La Cultura: mediar, desarrollar, hacer crecer otras sociedades menos "favorecidas".

Porque, por supuesto, es La Cultura quien está en condiciones de poder someter a juicio crítico al resto de sociedades. ¿O no?

De un modo irónico y satírico, Ian M. Banks retrata, por contraposición a la nuestra y actual, una sociedad futurista en la que todo "es guay": se vive más y mejor; se han desarrollado glándulas pequeñísimas que, controladas voluntariamente por el cerebro, dan un chute sin resaca de cualquier cosa, ya se calmante o excitante; se puede cambiar de sexo, y de hecho se recomienda hacerlo al menos una vez en la vida; la experiencia sexual es mucho más larga y agradable; el cuerpo se adapta rápidamente a casi cualquier entorno ambiental en el que se halle; la igualdad entre seres orgánicos e IAs es total y son considerados ambos como "personas"; las personas pueden dedicarse a lo que quieran dentro de unos límite razonables pero sin limitaciones por edad, condición, sexo, especie o lo que sea; si quieres algo puedes pedirlo y lo más seguro es que se te conceda...

Por eso hay gente que se aburre. Y esa gente solicita entrar en la Sección de Contacto, dedicada a contactar otras culturas y, en la medida de lo posible y sin interferir demasiado (o demasiado claramente), ayudarles a desarrollarse plenamente. Quien después de eso todavía se aburra puede que reciba la invitación de Circunstancias Especiales... los que hacen lo que sea necesario para que las cosas salgan bien... cuando concurren "circunstancias especiales" que están fuera de toda normativa o protocolo aceptado. Y aceptable.

Naves que son completamente autoconscientes y cuya tripulación es una variopinta mezcla de mascotas, pasajeros, amigos de la Mente de la nave... humanos, unidades mecánicas, alienígenas... lo que sea. Con nombres que ellas mismas, las Mentes eligen. Como Factor Limitativo, Lamentable conflicto de evidencias, Brillo acerado, Ángel bostezante, Bésame el culo, El tamaño no lo es todo... Y así todas. Naves que llevan en su interior más población que un planeta entero (algunas de ellas son muchísimo más grandes que la Estrella de la Muerte) o que por el contrario no llevan a nadie con quien charlar (y que son pequeñas como... un avión comercial actual).

Una población que no vive en planetas, sino en naves enormes, orbitales, asteroides con motores y demás. La Cultura siempre se está moviendo de un lado para otro. Más que un territorio es una idea.

Una galaxia llena de especies alienígenas, algunas afines a La Cultura y otras no. Tiranías que deben ser derrocadas por el bien de la población, guerras que nadie quiere pero que han de lucharse.

Personajes inadaptados todos. Si fueran "normales" no tendría sentido contar su historia. Estos personajes, de algún modo, se ven envueltos en una guerra ideológica, o en un contacto diplomático complicado, o huyen de algo que al final les encuentra...

Historias trepidantes y emocionantes. La verdad es que es lo mejor del género Space Opera.

Cuando descubrí estos libros hace años me encantaron. Cogí Pensad en Flebas y desde el principio no pude dejar de leer. Cogí El Jugador y me lo ventilé enseguida (hasta ahora, mi favorita de toda la saga). Cogí El Uso de las Armas y lloré de emoción...

Después ya no hubo más "Martínez-Roca"... y la edición pasó a cargo de "La Factoría de Ideas". Mal asunto. Excesión tenía una pinta genial. Inversiones lo mismo.

 

La historia es buena, tiene potencial, y los personajes principales están bien. Pero todo se desmerece por la traducción. Creo que cuando la entada sobre Mundo Anillo no me quejé, así que lo hago ahora. "La Factoría de Ideas" tiene el peor equipo de traductores del mundo editorial. O eso o pasan de revisar la primera versión traducida ("total, lo van a comprar igual") y son unos estafadores como la copa de un pino. Errores gramaticales u ortográficos a porrillo (cada dos páginas o así te encuentras uno), frases sin sentido en castellano... En una página te dice una cosa y diez después te dice la contraria para desdecirse después (evidente fallo en la traducción de la 2ª vez). Ni siquiera han conservado las denominaciones de las primeras novelas en castellano. Lo han reinventado todo. Y ahora publican el resto de novelas, las primeras, con la misma tónica (no hablaremos de los libros de rol... que tiene incluso más delito, pero bueno). No he leído A Barlovento, por ahora la última novela de la Saga de La Cultura en castellano, por esta misma razón. Porque sé (igual que sospechaba con Trono de Mundo Anillo y sabía con certeza en Hijos de Mundo Anillo) que me va a decepcionar muchísimo.

Recomiendo leer las ediciones de M-R. Si no tenéis suerte al buscarlas y sólo pilláis las de La Factoría... que sepáis que os perdéis unas novelas que enganchan, divierten y hasta te hacen pensar.

Editado: el texto citado en esta entrada retrata uno de los ideales de La Cultura: la democratización total de la economía. Pasar del modelo de libre mercado a la economía planificada democráticamente. Algo impensable e irrealizable en la actualidad.

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