De un tiempo a esta parte estoy teniendo una serie de discusiones/intercambio de ideas respecto a la educación. Y es que eso de empollarte (de nuevo) los libros de texto y apuntes de BUP y COU para dar clases particulares te acerca a una etapa de la vida que ya creías haber pasado.
Todos sabemos que en España (y en la mayor parte del mundo occidental) el modelo educacional es pésimo y siempre, salvo contadas y mínimas excepciones, ha sido pésimo. No se trata de que los de EGB sepamos más que los de ESO, no. O al menos no directamente. Se trata del planteamiento.
Formar a la futura generación siempre ha sido una responsabilidad para el gobierno estatal. Desde hace más o menos 150 años. Eso es así, pero... ¿formarles para qué? Éste es el punto. Y es una de las líneas que dividen políticas. Porque todos los poderes consideran que el cómo se desarrollen los niños, la futura generación, es básico para el futuro del Estado.
Y ahí es cuando se les ve el plumero a casi todos. Porque la mayoría quiere un mundo mejor, un mundo más feliz, con mayor bienestar... y para la mayoría eso significa zombificarles. Un Estado mejor significa un Estado en el que la élite del momento (ahora está de moda la plutocracia, pero en otro momento se puede llevar cualquier otra) se autoperpetúe el máximo tiempo posible, y para ello nada mejor que una masa, el 90-95% de la población, que no se preocupe por nada, que no quiera saber nada, que no tenga ninguna curiosidad. En definitiva, una masa de población feliz es una masa de población que no dé problemas porque no ya no quiera, sino porque ni siquiera se le ocurra querer.
La ignorancia es la felicidad. Y la ignorancia por decreto es la utopía gubernamental.
Sólo que ya no es una utopía.
Hemos conseguido una generación de niños que están tan cerca de la idiotización como puede ser posible sin acudir a métodos químicos o recurrir a la cirugía.
Os dejo con parte de un documental de Ken Robinson, un educador y divulgador británico, sobre el cambio de paradigmas en educación. Insisto en que sólo es una parte, pero es muy representativa.
Entradas relacionadas: Cadenas a la libertad, ¿Y qué contestas tú a esto?, Falacias y periodismo, Manifestación Atea, La burbuja eclesiástica.
Todos sabemos que en España (y en la mayor parte del mundo occidental) el modelo educacional es pésimo y siempre, salvo contadas y mínimas excepciones, ha sido pésimo. No se trata de que los de EGB sepamos más que los de ESO, no. O al menos no directamente. Se trata del planteamiento.
Formar a la futura generación siempre ha sido una responsabilidad para el gobierno estatal. Desde hace más o menos 150 años. Eso es así, pero... ¿formarles para qué? Éste es el punto. Y es una de las líneas que dividen políticas. Porque todos los poderes consideran que el cómo se desarrollen los niños, la futura generación, es básico para el futuro del Estado.
Y ahí es cuando se les ve el plumero a casi todos. Porque la mayoría quiere un mundo mejor, un mundo más feliz, con mayor bienestar... y para la mayoría eso significa zombificarles. Un Estado mejor significa un Estado en el que la élite del momento (ahora está de moda la plutocracia, pero en otro momento se puede llevar cualquier otra) se autoperpetúe el máximo tiempo posible, y para ello nada mejor que una masa, el 90-95% de la población, que no se preocupe por nada, que no quiera saber nada, que no tenga ninguna curiosidad. En definitiva, una masa de población feliz es una masa de población que no dé problemas porque no ya no quiera, sino porque ni siquiera se le ocurra querer.
La ignorancia es la felicidad. Y la ignorancia por decreto es la utopía gubernamental.
Sólo que ya no es una utopía.
Hemos conseguido una generación de niños que están tan cerca de la idiotización como puede ser posible sin acudir a métodos químicos o recurrir a la cirugía.
Os dejo con parte de un documental de Ken Robinson, un educador y divulgador británico, sobre el cambio de paradigmas en educación. Insisto en que sólo es una parte, pero es muy representativa.
Se trata del audio original explicado mediante scribing.
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6 errantes soñaron:
Que bueno, de algo así hablaba otro vídeo que encontré hace tiempo de Alvin Toffler, en youtube titulado la educación para el mañana. Por cierto,
saltando de aquí a otra conferencia de Ken Robinson he encontrado una cita graciosa de un probable pseudo-Franklin, esto es una dispersión constante pero a veces no viene mal :)
Mi época escolar la recuerdo buena, una vez pisé el insti, ¡¡caída en picado!! Sólo se salvaba algún profesor. No sé, puedo ser yo, puede ser el cómo se me han impartido las clases, lo que me motivaban... Pero me siento muy tonta muchas veces, es decir, que no sé cosas que 'todo el mundo sabe', y lo peor es que no se me quedan en la cabeza muchas de ellas... ¿Seré así de simplona?
Heli, es que la reforma de la educación está en boca de todos... menos de quienes tienen el poder efectivo para reformarla. Y por reforma hablo de esos ejemplos que hemos puesto, no de la mieeeeeeeersa que hacen los del PPSOE.
Un abrazo.
Islander, guapa, eso se subsana fácilmente: leyendo. Aquí nadie nace sabiendo, y la educación que hemos recibido TODOS es bastante pésima (grado arriba grado abajo).
Y tú eres tan simplona como yo mismo, guapa. :P
Pues más real no puede ser, nos educan literalmente para obecer y no cuestionar... lamentable pero es una realidad.
Saludos mi estimado Rad
Razón tienes, rorriM. La Educación es un instrumento del Poder, uno muy bueno y a medio plazo. Hay que romper esa cadena cuanto antes.
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