La vida del postgraduado

Tras seis días en Charrolandia, vuelvo de nuevo al ruedo.
Jez me ha tenido esclavizado todos estos días, ayudándola a terminar la presentación de la defensa de su tesina y corrigiendo el propio texto de la memoria del trabajo. Seis días de nervios, prisas y demás. Seis días sin acercarme al ordenador más que para ayudar a Jez con el Open Office. Yo de un lado para otro a imprimir las nuevas copias para el tribunal, ella acojonada porque ni se lo iban a aprobar (y mucho menos ponerle el cum laude que casi siempre se concede a este tipo de trabajos), los dos más nerviosos que una tarrina de gelatina...

Y al final todo bien. Si hasta fue gente a ver la defensa de la tesina. Y digo más: hasta fueron los medios de comunicación (espero, Jez, que hayas pillado un ejemplar de "La Gaceta").

Mientras, lo último que sé de mi máster es que parece ser que los coordinadores ya tenían pensado entregar las actas fuera del plazo normal. ¿Cuándo? No sé, pero después del cierre del plazo. Es decir, en cualquier momento desde el 1 de octubre hasta el comienzo de una nueva era glaciar. Pero es que incluso esto puede mejorarse: los coordinadores ni siquiera saben (tras haber dirigido ya varios másters) qué coño tenemos que hacer los alumnos una vez que las actas estén entregadas. Suponen que se pondrán en contacto con nosotros en algún momento. ¡Suponen!

En fin, aquí cada tonto con su tema mientras yo espero a saber si me dan el papelito o no... La Administración funciona mal en todos los lugares y ámbitos del territorio español. Pero es que lo de las Universidades es de escándalo.

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Lo último en juegos de rol

Me lo pasa Tarky. Sólo le veo salida para "Dungeons & Dragons", pero todo está por andar...


¿Juego de rol o videojuego?

Me ha gustado sobre todo el tema de la cartografía interactiva (claro, es a lo que me dedico...), y le veo muchas posibilidades al asunto.

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Va para ti, "ecologista"



El hecho de haber estudiado Ciencias Ambientales te da una idea de lo interconectadas que están las diversas esferas que conforman nuestro planeta. Y también te hace comprender que la "Ley de Acción y Reacción" es algo más que golpear una bola de billar. La mayor parte de las veces, también acaba sensibilizándote con los diversos problemas medioambientales.

Uno de estos problemas tiene que ver con reducción de la biodiversidad, normalmente debido a causas antropogénicas (esto es: por culpa del ser humano). Una de las causas de esta pérdida de biodiversidad es la introducción de especies foráneas. Para el que no sepa qué significa esto, una especie foránea es un ser vivo que es introducido en un ecosistema del que no es oriundo. Al no tener competidores naturales, ni depredadores acostumbrados a su presencia, ni nada de eso, una especie foránea es un peligro para el resto de seres vivos, si consigue adaptarse.

Ha pasado con el cangrejo americano y con el mejillón cebra aquí en España, por poner sólo un par de ejemplos cercanos en el tiempo. Pero también podía hablarse de los gatos en Australia y de más casos.

La noche del domingo 18 de octubre de 2009 al lunes 19 (vamos, ayer mismo), varios "activistas ecologistas" liberaron varios miles de visones americanos de unas granjas peleteras en la comunidad de Galicia y en la provincia castellana de Soria. La noticia (o aquí) me llegaba ayer mientras comía tranquilamente, e hizo que me entrara una Ira que ni Jezabel en su mejor día. Parece que eran activistas anónimos, o así se ha dado en declarar, pero la verdad es que tenía toda la pinta de ser una acción del Frente de Liberación Animal.

Este tipo de gente, que se autodenomina ecologista sin tener ni puta idea de lo que significa Medio Ambiente, Naturaleza o Ecología, cometen barbaridades que hacen que los que sí tenemos idea de cómo funciona el planeta tengamos que sufrir insultos, desdén y acusaciones injustas.

Que digo yo, si eres tan absolutamente subnormal para creerte de verdad que liberar a un voraz depredador extraño en medio de la península y que además es portador de una enfermedad que diezma a las poblaciones de mustélidos autóctonos (y en peligro de extinción: el visón europeo, Mustela lutreola, es una de las especies de mamíferos más amenazada del continente), lo que mereces es que te encadenen de una central nuclear. Del cuello. La gente del tipo de Igualdad Animal (creo que sobran dos de las tres palabras que usan de lema) debería enterarse un poco de las verdaderas consecuencias de lo que proclaman.

A mí no me gusta la industria peletera, al igual que no me gustan las corridas de toros ni la caza. En mi opinión deberían eliminarse estas actividades, todas y cada una de ellas. Opino que es una salvajada y que en la actualidad el ser humano debería pasar de ellas. Pero el caso es que existen, y mucha gente las apoya, y mucha gente vive de esto. Incluso podría decirse que uno de los entornos más característicos y bellos de la geografía mesetaria, la dehesa, se mantiene gracias a dos cosas: el cerdo ibérico y el ganado taurino.

Bien, vale. Estos temas son más complejos de lo que parece a simple vista.

Pero la manera en que estos tipos "ecologistas" luchan contra las prácticas que sacrifican animales es de todo menos ecologista. Atentan contra el patrimonio natural de la península, contra la biodiversidad y contra los principios que ellos mismos defienden. Tienen el mismo tipo de mentalidad que los terroristas nacionalistas y los fanáticos religiosos: la mejor manera de conseguir nuestros objetivos es traicionar nuestros supuestos principios y joder aquello que defendemos.

Total, el tema es que tenemos razón, ¿no?

Editado: poniéndome en plan materialista y económico, esta serie de actos conllevan un desembolso económico. A los granjeros les hay que indemnizar, hay que arreglar desperfectos en lugares vecinos (como granjas de gallinas o conejos)... Los visones liberados que mueren atropellados  puede que hayan causado algún accidente, así que más dinero. ¿Y de dónde saldrá ese dinero? Pues de las aseguradoras (si es que quieren soltar prenda) y de la Administración. Y para eso hay que quitar dinero de otros sitios. De sitios considerados nada esenciales o poco importantes. Como la Protección Ambiental, imbécil.

Editado: tengo que reconocer una cosa: la viñeta que he colgado arriba me ha hecho reír un buen rato.

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Im-presionante

Copépodo es un genio. Lo digo yo, lo dicen los demás, y el Universo nos da la razón:


"¡Iä iä Cthulhu f'tagn! ¡Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn!"

Esto es una versión cachondística de esto otro. Examinad los personajes y sus explicaciones. No tienen precio.

Editado: ¿os habéis fijado en los soldados? ¡Son Profundos! Y el profesor de biología (a la derecha, el que sostiene un libro): ese libro es, nada más y nada menos, que ¡el Necronomicón!

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Conducir sin drogas

Lástima de no saber alemán... Pero, aún así, unas risas, oye.

Puestos a conducir drogaos...
es cierto que lo mejor es intentar conducir con TODAS las drogas a la vez.

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Spain is different

Seguro que mucho ya conocéis estas fotos, pero es que me mondo cada vez que las veo...

¿Disculpe?


Para quien no sepa contar de diez en diez...


Es que la gente quiere unas cosas de lo más raras...


"¡Hostia, joder!"


Eso se llama entender a la clientela, ¿verdad?


La culpa, claro, es de los padres...


Una oferta que no pude rechazar...


¿Cuántos picaron?


Por si no queda claro.


No hay como hablar con precisión.


Fina ironía, oiga.


"Que si no esto se nos llena de cadáveres, señora".

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Los Sustitutos

No, no voy a hablar de la última película de Bruce Willis. O, al menos, no directamente. Puedo decir que el sábado fui a verla con Lanarch y Jezabel, pero lo que interesa es que la peli me ha hecho reflexionar.

Estamos en un mundo en que cualquiera puede venderse como le dé la gana. En esta Internet 2.0 en la que nos hallamos (que fino queda eso), nada le impide a uno crearse una personalidad que no tenga nada que ver con su yo real. Si yo digo que soy en realidad el doble de Hugh Jackman con el carisma del Doctor Who, ¿quién que no me conozca en persona va a negármelo? (bueno, en este blog he puesto fotos "mías", pero podían ser de cualquiera, ¿no?). ¿Quién dice que Siesp no trabaja como colaborador de Iker Jiménez? ¿Podría Barbijaputa ser en realidad un tipo llamado Antonio Romerales que trabaja como teniente de la Guardia Civil? ¿Tal vez Bichejo no es más que una de las múltiples personalidades ficticias de Chiquito de la Calzada, mientras que Novio es la sublimación hecha persona del friki que todos llevamos dentro? Todo esto podía ser verdad, para qué engañarnos.

He tenido la suerte (o la desgracia, aunque depende de la persona) de conocer a varios blogueros en carne y hueso. Hay chicas virtuales de cuerpo de Miss Universo y mirada de femme fatale que tienen que quitarse a los hombres de encima porque no dan a basto. Chicos virtuales que, con los modales de un caballero victoriano y la cultura de un autor griego, asombran al mundo con su mera existencia. Existen verdaderos paladines virtuales de la causa racional contra las pérfidas hordas de la superstición, soldados del intelecto material que destierran el pensamiento mágico con sus incendiarios ataques por simple vocación altruista. Existen monstruos virtuales de la literatura que deberían ocupar el asiento de la Academia que tiene el Pérez-Reverte, pero las malas lenguas socavan los frutos de su brillante pluma. Hay prodigios del deporte, cómicos carismáticos e ingeniosos, gente a la que les ocurren las más variopintas e inusuales situaciones en su discurrir diario, héroes y heroínas que no salen en los medios de comunicación y tienen que buscar en internet la fama que necesitan. Sólo son ejemplos, y yo mismo conozco a algunos de ésos. Puedo aseguraros que los hay que no son como se pintan ellos mismos. Pero ni de lejos. Podéis intentar adivinar cuáles, pero ya os digo yo que nunca lo sabréis salvo que los conozcáis en persona.

Pero podemos ir a más. Dentro de poco, o eso dicen, Internet no será más que un portal virtual a un mundo enteramente hecho de datos, reflejo de la realidad real, en al que pasearemos con nuestros amigos e iremos de tiendas con ellos sin ni siquiera movernos del sillón. Será la Internet 3.0, o Geointernet. Por ahora ya estamos muy avanzados en ese paso, pero podía ser perfectamente posible que lo que ocurre en la película del B.Willis ocurriera de verdad. Sería entonces realmente imposible saber quién es quién. Es más: ¿a quién le importaría? Pasaríamos la vida en un continuo "yo sé que tú no eres tú, y tú sabes que yo no soy yo". Practicaríamos el juego de disimular la verdad, de tal modo que el propio disimulo se convertiría en la auténtica verdad, ya que ¿qué otra cosa vemos, sentimos, oímos, olemos? Sólo lo que los demás quieren. Sólo lo que nosotros queremos.

En Internet todos mienten en mayor o menor medida, todos tienen sus secretos. En Internet todos fingimos que no nos damos cuenta, mientras practicamos el mismo juego de mentir. En Internet los mentirosos están a salvo porque, si son descubiertos, no tiene más que borrar su cuenta y crear otra (¿para qué apechugar?) . En Internet hay más gente ficticia que usuarios reales.

Yo, lo que hago, es pasar de esa gente. ¿Qué hacéis vosotros?

Editado: por cierto, ¿quién dice que yo no sea el mayor de todos los hipócritas que hay en Internet? Puedo decirlo yo mismo pero, ¿cómo vais a estar seguros? Que no es por mirar a otros... porque es muy probable que vuestros ídolos virtuales sean más falsos que un billete de 3 euros con la cara de Mortadelo...

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Tierra Serena XIX

Justo cuando los invitados comenzaban a marcharse, después de una tarde de aburridos bailes de salón, después de esa danza de víboras que los entendidos llamaban "política", un heraldo entró velozmente en el Gran Salón. Vestido con la librea de gala de los servidores del Duque, avanzó con premura hacia su señor. El Duque, que estaba charlando con uno de los múltiples Barones invitados a la ceremonia, se volvió hacia él. La cara del heraldo estaba desencajada por la sorpresa y el estupor.
-Mi señor Duque -dijo-, un enviado del barón de Renn se encuentra a las puertas del castillo.
-Y, ¿qué es lo que desea el lacayo del rey de Thrillia? -barbotó el duque, aún más estupefacto que el propio heraldo.
-No lo ha dicho, mi señor -balbució el heraldo, como pidiendo disculpas-. Insiste en veros en persona.
-Hacedle entrar, y traedle aquí de inmediato.
-Se hará lo que deseáis, mi señor Duque -dijo el heraldo, haciendo una reverencia y partiendo a la carrera.
Pasaron los minutos. Las conversaciones decayeron, a la espera todos de la llegada del mensajero del vecino Señorío de Renn. Al fin las dobles puertas volvieron a abrirse, y una pareja de caballeros embutidos en pesadas armaduras plateadas entraron, escoltando a un hombre joven, impecablemente vestido de blanco y azul celeste, con el escudo de la Casa Renn bien a la vista sobre su hombro izquierdo. Un pequeño paquete envuelto en tela dorada descansaba en sus brazos. El mensajero no prestó atención ni al decorado del Salón ni a los engalanados invitados, sino que avanzó en línea recta hasta el Duque. Éste, con los brazos cruzados bajo las anchas mangas de su túnica, esperó impaciente hasta que el joven llegara a él.
-Lord Sergei de Raven, Duque del Castillo Raven, me presento ante vos como emisario de mi señor Ismael Renn, Barón de Renn -anunció le mensajero.
-Yo te recibo, como ordena el protocolo, como legítimo enviado de mi vecino -contestó el hechicero, algo envarado ante lo irreal del asunto-. ¿Qué misiva me traes del Barón, si desde hace dos generaciones no se cruzan mensajes entre los dos valles?
Una sonrisa se dibujó en la cara del joven. Haciendo una profunda reverencia, depositó el paquete ante los pies del Duque.
-Mi señor me ordena entregaros este presente como regalo para vuestro hijo nonato, heredero a la Casa Raven.
Un estupefacto silencio siguió a estas palabras. Uno de los numerosos criados se agachó a recoger el paquete y, con obsequiosas maneras, lo dejó en las manos extendidas del duque, cuyo rostro no se había movido un ápice, pero que por dentro ocultaba una estupefacción aún mayor que la de sus invitados. Con suavidad abrió el regalo: una cajita de madera de nogal finamente labrada. En su interior, una flor de amaranto. Los ojos del hechicero se entrecerraron levemente. Vendetta.
-También se me ha ordenado entregaros un mensaje -continuó el joven emisario-: mi señor está muy molesto por las recientes actuaciones de vuestros soldados en el Paso Negro. Volved a poner la mano encima a los honorables mercaderes rennianos y la próxima vez que alguien atraviese la frontera y ponga el pie en vuestro territorio será al mando de un ejército.
Una fría y cínica sonrisa apareció en los finos labios del Duque Negro. Su pétreo semblante, entrenado durante años en mostrar sólo la más insensible y desapasionada crueldad, hizo que todos, incluido el altivo emisario, retrocedieran un paso.
-Estoy seguro de que esas fueron sus palabras -ironizó.
El hechicero levantó las manos, y de sus dedos extendido surgieron brillantes dardos flamígeros que, con letal precisión, acribillaron los cuerpos acorazados de los dos escoltas rennianos. El siseo de la carne quemada fue el único sonido que se escuchó en la sala. Los caballeros, abrasados dentro de sus brillantes armaduras, murieron antes de caer como fardos al suelo de piedra. Hilillos de sangre medio coagulada escaparon de sus fosas nasales y de sus bocas, paralizadas en un sordo gemido de dolor.
-El barón Renn no es más que un anciano senil, educado en las maneras de un porquerizo -continuó lord Sergei, impasible al lívido rostro del emisario-. Y cuyo abuelo tuvo la suerte de ser primo en quinto grado del "todopoderoso" rey de Thrillia, gracia que le permitió obtener un nombre y una baronía a pesar de pertenecer a un linaje despreciado por todo el reino debido a una... leve infracción. No estoy muy versado en historia de las Grandes Casas, pero creo que un antepasado suyo fue descubierto invadiendo los aposentos de la bella sobrina del rey, con nocturnidad y alevosía, por lo cual fue condenado al exilio y reducido a la categoría de mendigo.
El emisario trastabilló al dar otro paso hacia atrás, cayendo cerca de uno de los cadáveres. La sangre manchó su impoluto traje.
-Mi respuesta a ese ultimátum es, creo, bastante clara -la túnica ondeó a su alrededor a girarse y dar la espalda al aterrorizado mensajero-. Volved al cubil de ratas del que habéis venido y decidle a vuestro señor que si lo que quería es amenazarme lo ha logrado. Las próximas noticias que tendrá de mí se las daré en persona, cuando mis colores ondeen en lo más alto de su castillo y justo antes de que mi mano le arranque su sucio corazón.
El mensajero fue sacado a rastras del Salón de Ceremonias por dos guardias ataviados con la negra librea del castillo Raven.
-Limpiad todo esto -ordenó a sus criados-. Y ahora, si me disculpáis -añadió dirigiéndose a sus invitados-, tengo que ocuparme de unos asuntos. Cuestiones de Estado, me temo, tediosas pero necesarias. En nombre de mi dama y de mí mismo os doy las gracias por haber acudido -se acercó a lady Ariadna y, muy ceremoniosamente, le besó fríamente la mano-. Mi Dama, me reuniré con vos en vuestros aposentos más avanzada la tarde.
Sin más, salió de la sala en dirección a sus aposentos. Nadie lo diría, pero la rabia y la ira hervían en su interior. Los tejemanejes de Ariadna, llevados a cabo por su fiel subordinado, habían fructificado. Se había dejado llevar como un ciego hasta la trampa más obvia con la que se había encontrado nunca. Ahora estaba metido en una guerra que no deseaba pero que no había tenido más remedio que declarar, so pena de parecer un idiota que se deja amedrentar por un imbécil al que habían hecho Barón más por pena que por méritos propios. Si no hubiera contestado de esa manera, las víboras que le rodeaban no habrían tardado en pelearse por ser las primeras en asestarle la puñalada.
Ya en la tranquila oscuridad de sus habitaciones meditó sobre lo ocurrido, con una copa de jerez en la mano, sentado al calor de los rescoldos que titilaban en su chimenea. No dudaba en salir victorioso, pues su poder era superior al de la Casa Renn, pero eso le obligaba a distraerse en estúpidos juegos de guerra en un momento en que la traición dormitaba bajo su propio tejado.
Maldita Ariadna, que conspiraba contra él por hacerse con el poder de su Ducado. Ella utilizaría a su hijo como escalera a la cima, ahora que él se había arriesgado a reconocer al nonato como su heredero. Un movimiento necesario, pues un hijo reconocido le permitiría desechar de una vez por todas a su pervertida y maldita esposa.
Maldito Ilan. No era más que un asesino a sueldo, pero que interpretaba muy bien y con gusto el papel que su verdadera señora disponía para él. Otro buitre a la espera de que su cadáver descansara en el frío suelo.
Y maldita Eli-zabad, cuyos sentimientos hacia ella, incluso ahora que le despreciaba abiertamente, no hacían más que aumentar. La deseaba y la repudiaba a la vez. Otra distracción de la que tendría que ocuparse o tal vez significara su caída.
Tomó una decisión.
Debía llamar a Zhura, la única en la que podía confiar abiertamente, pues su veneración hacia el poderoso hechicero estaba por encima de cualquier cosa. Su fanática lealtad era lo que en ese momento necesitaba.

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